Ayer martes, después de volver de una de mis clases de cocina, llegaba a casa cansada y con un catarro y destemple considerable. Eran las nueve y media de la noche y estaba deseando llegar. No tenía fuerzas para ponerme a hacer la cena para todos y cual fué mi sorpresa y enorme alegría al ver la puerta de la cocina cerrada y además no me dejaban entrar. Sorpresaaaa! gritaban mis hijos. Aproveché para ponerme cómoda y pasar a la cocina para ver que teníamos para cenar.
Guau! Gustavo nos había hecho unos escalopes de ternera con patatas fritas en sartén, sí, sí en sartén que son mucho más ricas y unos champiñones asaditos. Por postre arroz con leche.
¡Qué bueno estaba todo! Además da gusto ver con que ilusión se meten en la cocina y luego se sienten muy realizados y contentos.
Aquí van unas fotitos.
Guau! Gustavo nos había hecho unos escalopes de ternera con patatas fritas en sartén, sí, sí en sartén que son mucho más ricas y unos champiñones asaditos. Por postre arroz con leche.
¡Qué bueno estaba todo! Además da gusto ver con que ilusión se meten en la cocina y luego se sienten muy realizados y contentos.
Aquí van unas fotitos.
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