La tarde del 13 del 3 del 13 fué super emocionate. En casa con mis hijos vimos un acontecimiento que no pasa todos los días. Jorge Mario Bergoglio se proclamaba Papa. A las 7,05h de la tarde Pamplona empezó a sonar. Yo estaba en la Plaza de la Cruz, cuando las campanas de la Parroquia de San Miguel empezaron a repicar y corriendo me fui a coger el coche para llegar a casa cuanto antes y con mis hijos ver ese gran momento. Las cortinas del balcón del Vaticano se movían por el viento y daba la sensación de que el Papa iba a aparecer en cualquier momento. Hicimos quinielas de quien podría ser el elegido, pero no era ninguno de los propuestos. El Espiritu Santo lo eligió bien. Muy bien, creo yo.