Navarra es una maravilla!!! A muy poquitos kilómetros de casa, a diez minutos de dejar la ciudad de Pamplona, ya estas en el campo. De par de mañana, Laura, Isabel, Cristina, Carmen, Itziar y yo nos lanzamos a hacer una romería a la Virgen, para no perder las buenas costumbres del mes de mayo.
En el mismo centro geográfico de Navarra, en el corazón del Valle de Ilzarbe (Valdizarbe), a una distancia de unos 23 kilómetros de Pamplona, en la carretera que va de Campanas a Puente la Reina y dentro del término municipal de Muruzábal, se encuentra la Iglesia de Santa María de Eunate, emplazada casi en medio de la nada, en un paisaje llano y abierto que realza aún más la espiritualidad y el encanto del que es uno de los monumentos más interesantes de la arquitectura románica de navarra.
A continuación subimos a la ermita de Arnotegui, donde pudimos contemplar tan magníficas vistas.
Para rematar nuestra excursión en Puente la Reina, con la visita de rigor al Cristo renano.
Este crucifijo, obra notable de la escultura medieval, choca a nuestros ojos no sólo por lo inacostumbrado de la factura escultórica, sino en primer lugar, por la forma insólita
de la cruz, formada por un vástago central derecho y dos laterales, que salen aproximadamente
de la mitad de su altura y forman entre sí un ángulo casi recto. Tanto el vástago central
como los laterales imitan un árbol sin labrar ni descortezar siquiera que conserva todas las nudosidades producidas al despojarle de sus ramas.
Aquí acabamos nuestra romería con una buena degustación gastronómica de los productos del campo, como pochas, costillicas de cordero, cuajada y todo bien regadito con nuestros caldos.
En el mismo centro geográfico de Navarra, en el corazón del Valle de Ilzarbe (Valdizarbe), a una distancia de unos 23 kilómetros de Pamplona, en la carretera que va de Campanas a Puente la Reina y dentro del término municipal de Muruzábal, se encuentra la Iglesia de Santa María de Eunate, emplazada casi en medio de la nada, en un paisaje llano y abierto que realza aún más la espiritualidad y el encanto del que es uno de los monumentos más interesantes de la arquitectura románica de navarra.
A continuación subimos a la ermita de Arnotegui, donde pudimos contemplar tan magníficas vistas.
Para rematar nuestra excursión en Puente la Reina, con la visita de rigor al Cristo renano.
Este crucifijo, obra notable de la escultura medieval, choca a nuestros ojos no sólo por lo inacostumbrado de la factura escultórica, sino en primer lugar, por la forma insólita
de la cruz, formada por un vástago central derecho y dos laterales, que salen aproximadamente
de la mitad de su altura y forman entre sí un ángulo casi recto. Tanto el vástago central
como los laterales imitan un árbol sin labrar ni descortezar siquiera que conserva todas las nudosidades producidas al despojarle de sus ramas.
Puente la Reina |
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